Los hechos se presentaron el pasado 9 de mayo.
“Perdón, soy una persona buena y soy inocente, actué mal, pero yo no hice eso, espero que la justicia condene a los culpables”, fueron las palabras de Carlos Arturo Ramírez, el hombre a quien la Policía descubrió transportando el cadáver de su tía en una moto.
A 14 años de prisión sentenció el Juzgado Quinto Penal del circuito de Pereira, a Carlos Arturo Ramírez Ramírez, de 27 años, tras haberlo hallado cómplice del homicidio de su tía Nhora Ramírez Vargas, quien era habitante del sector del Parque Industrial.
El 9 mayo de este año, en la vía que de Cerritos conduce al municipio de La Virginia, las autoridades lograron capturar a Ramírez, después de descubrir que la carga larga que llevaba en su moto BWS, era el cadáver de su propia tía.
Le pagaron
Al verse sorprendido por las autoridades, de manera inicial el hoy sentenciado aseguró que le habían pagado un millón de pesos a cambio de lanzar el cuerpo sin vida de su tía al río Cauca y aunque durante las audiencias preliminares guardó silencio ante los cargos que la Fiscalía le endilgó, para el mes de octubre decidió contribuir con la justicia a cambio de una rebaja en su condena.
Fue así como finalmente Ramírez fue sentenciado por el delito de homicidio simple, y a pesar de ello el caso sigue sin cerrar, pues ahora las autoridades tratan de establecer la participación de una o más personas en este caso, quienes serían los autores intelectuales y además materiales del homicidio cuyos móviles hoy siguen siendo un misterio.
Tras conocer su sentencia el sobrino de la víctima aprovechó la oportunidad de intervenir en la audiencia que el juez le concedió y pidió perdón y reiteró que no fue quien asesinó a su tía.
La víctima
Nhora era una joven mujer prestamista, madre de tres hijos menores de edad, dos de ellos con su ex esposo un oficial de la Policía Nacional.
Se conoció que antes de su muerte la cual se habría perpetrado por asfixia mecánica, la víctima había salido en su moto para cumplir con una cita de negocios, pero nunca regresó a casa.
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